La Universidad Luterana Salvadoreña, es una institución que ofrece educación superior de calidad a todos los sectores de la sociedad, poniendo especial énfasis en los más vulnerables. Basándose en un modelo participativo y cumpliendo con sus funciones básicas: docencia, investigación, proyección social e internacionalización, contribuye al desarrollo social, político y económico sustentable del país.
Ser una institución con altos estándares de calidad, capaz de responder a través de sus funciones básicas a los retos emergentes de la sociedad, formando profesionales con capacidad técnica-científica, con vocación de servicio, principios morales sólidos, proactivos, dinámicos, que se interesen por aportar en la construcción de una sociedad más justa.
Por: Érika Valencia
Publicado: 2015-02-16
El ser humano se diferencia de los demás seres vivos debido al desarrollo del pensamiento, proceso mental que ha permitido conducirse en última instancia hasta el análisis y síntesis, las vías intrínsecas que han permitido la aparición del raciocinio y la abstracción, herramientas útiles y básicas para solventar los problemas que se le presentan y crear o recrear respuestas o vías alternas que le sirvan para satisfacer las necesidades individuales o colectivas, facilitando la convivencia y el desarrollo de las sociedades. Tales acciones mentales (pensamiento, raciocinio y abstracción) han permitido en los últimos 10,000 años la evolución del Homo sapiens por sobre los de su misma clase y demás seres vivos.
El pensamiento, raciocinio y abstracción logran aparecer dentro de la mente humana de forma natural durante la adquisición de conocimientos, sean estos suministrados en base al ejercicio acierto-error en su forma más primitiva (aprender a caminar y/o la resolución de problemas en la edad preescolar, por ejemplo), y se desarrollan tras la consecución estandarizada que ofrece la educación académicamente programada, en la mayoría de los casos.
Ceñir el término educación a una mera definición “diccionaresca” sería un gravísimo error, pues en es sí misma tan diversa como aquellos quienes la han intentado definir a cabalidad. Etimológicamente hablando “Educación” proviene de las raíces latinas educare: criar, alimentar y exducere: sacar afuera; antiguamente utilizado para nombrar las actividades de pastoreo. Personalmente y de forma simplista podría definir “Educación” como el conjunto de elementos en cualquier área del conocimiento, sistemáticamente ordenados, moralmente aceptados, difundidos por un educador y recibidos por el educando a través del tiempo, dando como resultado un cambio conductual en este último.
La educación es el objeto de estudio de la Pedagogía, la cual hasta la fecha es el centro mismo de múltiples debates en donde uno pregonan su validez como ciencia y otros la entienden como un arte, lo cierto es que la cuna de la palabra es de origen griego y fue utilizada para nombrar a los esclavos que cuidaban y/o guiaban a los hijos de los amos hasta el lugar en donde serían instruidos.
Modernamente se acepta que es la pedagogía la encargada de establecer las formas más pertinentes para lograr que la educación concrete su objetivo, pero a su vez establece las líneas de pensamiento que evalúan su resultado, las estudia, analiza y sintetiza para luego volver a replantear y cuestionar los quehaceres y objetivos del hecho educativo en sí mismo; tal dinámica podría ser considerada como una actividad filosófica pura, en donde la relación íntima y constante debe y puede generar momentos de contradicción para experimentar el crecimiento esperado al solventar de manera efectiva aquellas crisis surgidas a partir de los conflictos.
Explorar la relación pedagogía-educación, implica también entender que ambas entidades necesitan interactuar constantemente entre la abstracción y la praxis con ellas mismas y con la realidad de la cual han emergido, esta situación permite visualizar la multiplicidad de dimensiones en las que ambas pueden actuar de forma conjunta o por separado, directa o indirectamente, consciente o inconscientemente. Durante esta correlación binomial, existen por lo menos dos grandes momentos en cada una de ellas, por un lado se muestra el momento teórico que la sustenta y por otro el de la aplicación dentro de la realidad misma, logrando de esta interacción la construcción e identificación de las tareas básicas de todo suceso educativo: la preservación, promoción e innovación de los conocimientos mismos; haciendo que se visualice esta alianza como un binomio simbiótico; sin embargo es preciso preguntarse si ambas comparten la suficiente plasticidad intrínseca (de forma individual y/o colectiva) para explayarse, replegarse y crecer de forma unísona o será que la pedagogía por ser el soporte estructural para la concretización de la educación posee estructuras más rígidas fundamentadas en la idealización de la educación, más que en la educación misma.
Negar la interacción bidireccional y su efecto enriquecedor sería improcedente tanto como pensar que la inmensidad y profundidad de ambas puede llegar a permanecer enclaustrada en una sola corriente de pensamiento; sólo por medio de una crítica constante constructiva de una hacia la otra aunadas con praxis coherente, el desarrollo humano y el bienestar personal y espiritual pueden encontrarse en el individuo que las recibe.
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