La Universidad Luterana Salvadoreña, es una institución que ofrece educación superior de calidad a todos los sectores de la sociedad, poniendo especial énfasis en los más vulnerables. Basándose en un modelo participativo y cumpliendo con sus funciones básicas: docencia, investigación, proyección social e internacionalización, contribuye al desarrollo social, político y económico sustentable del país.
Ser una institución con altos estándares de calidad, capaz de responder a través de sus funciones básicas a los retos emergentes de la sociedad, formando profesionales con capacidad técnica-científica, con vocación de servicio, principios morales sólidos, proactivos, dinámicos, que se interesen por aportar en la construcción de una sociedad más justa.
Por: Lic. Jennifer Ramos
Publicado: 2021-05-25
El progreso científico y tecnológico reciente ha cimentado las bases que permiten conocer más allá de los órganos sensoriales. Los sentidos humanos son limitados para lo cual se requiere la elaboración de instrumentos más especializados y sofisticados que permitan acercarse o por lo menos aproximarse a conocer y comprender la realidad. Esta necesidad de la búsqueda del conocimiento se desprende del siguiente cuestionamiento: existen diversos componentes de la realidad ya sea natural o social que por sus peculiaridades tienden a reducir los elementos a los que la ciencia en sus propiedades lógicas y razonables no logra concebir, por ello, se destaca la propuesta de los tipos de conocimiento sin menospreciar unos y otros porque todos estos conforman el saber de la humanidad.
A partir de estos planteamientos, aparece una inquietud, un desafío para la humanidad, referido al comportamiento de las estructuras psíquicas y mentales que hacen posible conocer, comprender y como efecto aprender. Es lo que permite discriminar los diversos campos de estudio y de la vida en general, en tanto que lograr una aproximación a cómo los individuos realizan este tipo de funciones irá acumulando más conquistas de la humanidad y del saber científico. Por ende, se pretende integrar que el perfeccionamiento de los instrumentos aunado a la necesidad de aproximarse a la realidad ha conllevado al desarrollo de las Ciencias de punta, en donde por medio de las experiencias se ha podido cuantificar y explicitar la presencia-actuación de los fenómenos.
Con esto, se agrega que para comprender la forma en que se conoce es necesario emprender el desafío de explicar cómo funciona el cerebro como órgano especializado del aprendizaje que caracteriza sin lugar a dudas a la especie humana. Gracias a las conquistas teóricas realizadas por la psicología general, experimental, del desarrollo, entre otros, han otorgado una aproximación veraz sobre cómo funciona biológicamente, fisiológicamente, entre otros, entendiéndose que en pocos años se ha conocido más sobre el cerebro que lo realizado en la antigüedad. En tanto que el estudio del cerebro es tan antiguo como el estudio de la humanidad en general.
En la actualidad se sabe que cada parte específica del cerebro desempeña un papel importante en la expresión de funciones tan diversas como el pensamiento abstracto, el aprendizaje, la memoria, el lenguaje o el movimiento (de Melo Ferreira, n.d., 16). Para el progreso científico, todo parte de la importancia de plantear un desequilibrio o fenómeno real que sea desafiante para la mente humana, en este caso particular comprender e interpretar la serie de posibilidades que ofrece los procesos cognitivos humanos.
En tanto, que desde la filosofía tradicional se ha pretendido explicar el mundo de las ideas, la existencia material, la razón y la fe, entre otros que han sido elementales para el desarrollo, por lo que se parte de expresiones como las establecidas por Sócrates como “conócete a tí mismo” o “solamente sé que no sé nada”, reflejando así la necesidad de comprenderse internamente y de ser conscientes que no se es merecedor de la verdad definitiva pero sí una buena parte de ella.
Las neurociencias integran las contribuciones de las diversas áreas de la investigación científica y de las ciencias clínicas para la comprensión del funcionamiento del sistema nervioso (Rocha-Miranda, 2001) De tal manera que es el centro del aprendizaje que está estrechamente relacionado con la salud de los individuos, a partir de ello, se establece ciertos parámetros que muestran el desarrollo cognitivo, de las diversas operaciones, las estructuras mentales, entre otros. Es decir, proporciona una vinculación entre estas partes estudiando como un todo y no de forma separada de cada área de la psicología tradicional.
Por consiguiente, partiendo de esa premisa puede surgir la interrogante ¿Cuál es la relación entre las neurociencias y la educación? Para dar una respuesta objetiva, lo primero consiste en reflejar la manera en cómo los sistemas educativos se han nutrido de teorías del aprendizaje; el conductismo, cognitivismo, socio constructivismo, entre otros, que otorgan una explicación verídica sobre el progreso de las habilidades, siendo nada más y nada menos, que frutos de un cerebro en constante aprendizaje y desarrollo, y, a medida que el conocimiento relacionado al funcionamiento del cerebro humano vaya siendo más accesible a los educadores, el proceso de aprendizaje se volverá más efectivo y significativo tanto para educador cuanto para el alumno (Ortíz, 2015, 5).
Lejos de que las Neurociencias se caractericen como una nueva corriente que entra al campo educativo, o que se transformen en la salvación para resolver los problemas de aprendizaje o de la calidad de la educación, la propuesta es que sea una ciencia que aporte nuevos conocimientos al educador, así como lo hace la Psicología por ejemplo, con el propósito de proveer de suficiente fundamento para innovar y transformar su práctica pedagógica. De tal manera, el seguimiento educativo adquiere mayor significado y relevancia para la toma de decisiones que permita a los educandos lograr los propósitos del aprendizaje académico y de la vida de los mismos.
Empero, cabe destacar que las neurociencias proporcionan una visión sobre el funcionamiento del cerebro desde una perspectiva clínica, lo que indica que no todo es aplicable al área educativa, siendo imprescindible el establecimiento de los aspectos que promuevan las competencias estudiantiles. En suma, se hace hincapié en la necesidad de los educadores por comprender el aprendizaje desde una perspectiva científica, obviando la normalización o condicionamientos de los procesos. Por lo tanto, se sugiere un constante seguimiento para poder mejorar la praxis pedagógica.
Referencias sobre bibliografía
(n.d.). http://www.upbbga.edu.co/filesupb/NEUROCIENCIAS.pdf
de Melo Ferreira, T. J. (n.d.). ORÍGENES DE LA NEUROCIENCIA. In NEUROCIENCIA + PEDAGOGÍA = NEUROPEDAGOGÍA: REPERCUSIONES E IMPLICACIONES DE LOS AVANCES DE LA NEUROCIENCIA PARA LA PRÁCTICA EDUCATIVA (pp. 15-30). https://dspace.unia.es/bitstream/handle/10334/2075/0341_Ferreira.pdf?sequence=1
González, L. (n.d.). Epistemología e investigación científica. Insurgencia magisterial. https://insurgenciamagisterial.com/epistemologia-e-investigacion-cientifica/
Neurociencias, educación y entorno sociocultural. (n.d.). Educación y Educadores, vol. 19(núm. 3), 6. https://www.redalyc.org/pdf/834/83448566005.pdf
Ortíz, R. (2015). Neurociencia aplicada a la educación. https://www.academia.edu/19736380/NEUROCIENCIA_NEUROPEDAGOG%C3%8DA_Y_EDUCACI%C3%93N
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