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Ser una institución con altos estándares de calidad, capaz de responder a través de sus funciones básicas a los retos emergentes de la sociedad, formando profesionales con capacidad técnica-científica, con vocación de servicio, principios morales sólidos, proactivos, dinámicos, que se interesen por aportar en la construcción de una sociedad más justa.
Por: Unidad de investigación
Publicado: 2016-06-06
El estudio de caso se realizó con un grupo de mujeres provenientes de tres municipios del departamento de Cabañas, en su mayoría agricultoras directas e indirectas que viven en áreas rurales o semi-rurales. El propósito fue conocer de primera mano, como la sequía de los últimos años les a afectado en su entorno familiar y económico, a su vez preguntar cómo ven ellas el fenómeno del Cambio Climático, como lo perciben y como les impacta; y si el gobierno salvadoreño las fortalece con acciones para que, como mujeres, puedan adaptarse a las nuevas condiciones del clima.
Las mujeres participantes del estudio son parte de familias que por generaciones han producido maíz, frijoles, maicillo (sorgo) hortaliza y frutas para la alimentación familiar prioritariamente, vendiendo los excedentes en mercados locales o nacionales. Los nuevos patrones de producción de la tierra han hecho que los campesinos prioricen el mercado antes que la mesa familia, una situación que ha puesto el derecho de alimentación en grave riesgo.
No estamos exentos de saber que la alimentación de una mayoría de la sociedad salvadoreña está basada principalmente en frijol, maíz y el sorgo adicionalmente, ya que este último es utilizado para forraje de animales de granja y ganado. Siendo estos productos los mayoritariamente impactados por la inestabilidad del clima, creando incertidumbre en los y las agricultores, por las pérdidas económicas que significa para ellos.
Las pérdidas por la situación climática han sido abordadas por el gobierno salvadoreño, desde contabilizar el desastre en materia de granos básicos hasta desarrollar políticas y programas de apoyo a los más afectados. Una política, que según los campesinos aún tiene muchas debilidades, dado los requerimientos que el gobierno establece para ser beneficiario de los diferentes proyectos que se desarrollan.
Los gobiernos de los últimos periodos han aumentado la producción de los cereales, lo que ha duplicado las pérdidas en los años afectados por la poca lluvia. Según declaraciones del Ministro de Agricultura, para el 2014 se estimaban cerca de 396 mil manzanas de superficie cultivada de maíz blanco en todo el territorio nacional de las cuales 94 mil fueron afectadas por la sequía.
En cuanto al frijol durante el 2013 se estimaron 155, 905 manzanas de superficie sembrada, la cosecha 2013-2014, según cifras presentadas por el Ministerio de Agricultura y Ganadería, alcanzó récord histórico con la producción de 2.8 millones de quintales. Pero hay que aclarar que en este año el fenómeno del niño no genero peligro.
La Sequía desde la experiencia de las agricultoras de Cabañas
La concepción que las mujeres tienen de la sequía, es la falta de agua y pérdida de cultivos, este concepto nace a partir de los dos últimos años, donde la ausencia de lluvia ha sido larga y desastrosa. Esta concepción es importante de analizarla, ya que las mujeres que no tienen ningún tipo de cultivos, aun que sienten el calor y la resequedad en el ambiente, no parecen afectadas o no muestran interés ante la falta de lluvia.
El concepto de sequía más común en los diccionarios académicos, es la falta de precipitaciones en períodos muy prolongados, conocida como sequía meteorológica. Esta es muy vinculada con otros tipos de sequía, por ejemplo: Sequía hidrológica, sequía agrícola o hidroedáfica, y sequía socioeconómica. Esta últimas no son distinguidas por las agricultoras o no son dimensionadas, mucho menos advierten que las actividades de deforestación y mal uso de los suelos que ellos mismos provocan, son una de las causales de las sequías, y que se alteran o se aumentan con las emisiones de gases de efecto invernadero de las industrias.
La sequía meteorológica se caracteriza por que el déficit de precipitaciones pluviales son muy variables de una región a otra. Además este tipo de sequía también implica temperaturas más altas, vientos fuertes, humedad relativa baja, incremento en la evapo-transpiración, menor cobertura de nubes y mayor insolación. Todo esto se traduce en una baja infiltración, menor escorrentía, por lo tanto menor recarga de agua subterránea, dando lugar a una sequía hidrológica.
La sequía hidrológica está relacionada con la disminución en la disponibilidad de agua superficial y subterránea en un sistema de gestión durante un plazo temporal dado. Una situación que impide cubrir la demanda de agua al cien por ciento. Esta sequía es la que pocos ven y se preocupan, en nuestro país, los cuerpos de agua están gravemente afectados. Un informe del Sistema Nacional de Estudios Territoriales -SNET- planteó que el periodo de lluvia del año 2015 fue caracterizado por un patrón muy deficitario de lluvia, lo que ha dado lugar a una sequía hidrológica en la mayor parte del territorio nacional. De acuerdo al informe, la irregularidad territorial y temporal de la precipitación está afectando el escurrimiento superficial, la recarga de los acuíferos y el nivel en lagos, lagunas y embalses. Según los registros de las estaciones de la red hidrométrica nacional, la reducción de caudales observados respecto al promedio histórico en los ríos ha sido importante y progresiva. En los cuatro meses transcurridos de mayo a agosto del 2015, las reducciones de caudales más críticas se han presentado en el oriente del país, siendo en algunos casos superiores al 90%. En el resto del país las reducciones han variado desde 20 hasta el 60% con respecto a los valores promedio mensuales históricos.
La sequía agrícola o hidroedáfica, es la deficiencia de agua en la raíz de los cultivos en una época determinada del año. Teniendo en cuenta que la cantidad de agua es diferente para cada cultivo. Cuando los cultivos son irrigados, estos se vinculan más a sequía hidrológica, pero cuando depende de las condiciones de lluvia entonces hablamos de sequía meteorológica.
La sequía socio-económica es la entendida como la afección de escases de agua en las personas y a las actividades económicas, como consecuencia de la sequía. El aumento de las actividades antrópicas sobre el agua, hace cada vez mayor la incidencia de la sequía socio-económica, con elevadas pérdidas.
Por lo anterior se desprende que las agricultoras en Cabañas, están padeciendo los tres tipos de sequía, aunque ellas no lo identifiquen como tal. Hay sequía meteorológica en tanto que, no hay precipitación pluvial en largos periodos, ellas lo han observado y afirman que la sequía ha tenido una duración de 1 a 2 meses, y se han repetido en los últimos tres años.
Actualmente padecen se sequía hidrometerológica, dado que también han observado que las pocas fuentes de agua de sus comunidades están completamente secas, y en el mejor de los casos están muy reducidas. El agua no es suficientes para regar, y no se atreven ha realizar siembras en los períodos secos como Marzo o Abril.
Y la sequía socioeconomica que es la que también sufren en este momento, acá es oportuno señalar que la familia perdió más de la mitad de sus cultivos, enfrentándose a conseguir alimentos caros en el mercado local, sumado a la dificultad de no tener trabajo constante y seguro. Condición que se acentúa más en madres solteras. El gobierno no responde a esta situación, lo único que da es un paquete de semilla para que repitan la siembra, algo que es insuficiente dado que la mayoría de agricultoras son arrendatarias de la tierra, no contando con los recursos económicos para una nueva renta de la tierra y resiembra.
BIBLIOGRAFÍA
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3. Sergio,G,G; Impactos del Cambio Climático en la Biodiversidad, Unidad Ecológica Salvadoreña, 2010
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